Ralphy, de origen australiano, explora en su música diferentes estilos, atravesando el new wave inspirado en los 80s, disco, y su magnética interpretación del R&B.
Desde su debut en 2016, la energía y pasión de Ralphy ha cautivado a la audiencia, consagrándola en la vibrante escena del indie pop.
En esta ocasión, trabaja, no por primera vez, de la mano de Sam J. Garfield (producción, beats y grabaciones de voz) para el desarrollo de "Disco Sally".
"Nombrado en honor a Sally Lippman, querida figura de la escena de Studio 54: abogada jubilada en sus setentas que encontró una nueva vitalidad saliendo a bailar en la famosa discoteca noche tras noche".
Un pop de sonido oscuro, cautivador que nos lleva de vuelta a décadas anteriores, con una notable influencia de los enérgicos años 00s, recuerda bandas como "Sohodolls" o "Le couleur".
Compuesta principalmente de sintetizadores, "Disco Sally" se ve envuelta por la voz de Ralphy, cuya dulzura, acompañada de paneos y suspiros te seducirán desde el comienzo.
Es una canción revitalizante y sexy que desprende energía femenina perfecta para desinhibirse, como Sally.